De los privilegios y sus derivados
A veces damos las cosas por sentado, creemos que es muy fácil "cambiar" , "aceptarnos", "trabajar el autocuidado", etc. Pero como todo los procesos toman tiempo, tienen un ciclo, como la digestión por ejemplo. Las palabras fácilmente se dicen, el juicio fácilmente sale, pero el proceso difícilmente se vive. En cada aspecto de nuestra vida debemos "tragar" creencias, circunstancias, reglas, normas, estereotipos, sin tener el tiempo o la oportunidad de "digerirlos", entenderlos, reflexionar al respecto e incluso identificarnos con estos supuestos "you must". Crecer y madurar consiste en empezar a masticar para procesar todo esto que tragamos e iniciar una proceso que nos permita digerir y adaptar nuestra realidad y principios individuales. Una relación sana empieza con nosotros mismos, con este proceso de autoconocimiento y reconocimiento donde siempre nos enfrentaremos al juicio interno y externo. Es un privilegio entender todo esto y permitirte cambiar el rumbo de tu vida, es un privilegio poder romper con todo este sistema de creencias. No es fácil y no todos los días hay aceptación y seguridad al 100%, pero vale la pena intentar entender nuestras vulnerabilidades y esencia. La vida es como una montaña rusa a veces con las manos arriba y a veces abajo, con los ojos cerrados y muertos de pánico, otras con una risa y mucha adrenalina. Se vienen cambios y tengo muchas ganas. Al final nuestra existencia es otro privilegio y la damos por sentada.